En el post anterior planteábamos que un buen momento para ejercitar la práctica de AHIMSA (No violencia) es nuestra clase de Ayur Yoga Vital. Esto tiene como gran beneficio que esa hora que nos tomamos para realizar práctica nos invita a estar con plena atención en lo que nos sucede internamente, y hacer toma de conciencia de nuestras acciones, comenzando siempre con nosotros mismos.
Cuantas veces, sin darnos cuenta, durante la sesión, tendemos a sobrecargar nuestro cuerpo llevándolo más allá de sus posibilidades con tal de lograr hacer ciertas posturas, sea la práctica en casa o en una clase de Ayur Yoga Vital, a pesar de que muchas veces el Profesor nos sugiera bajar la intensidad. O en vez de estar atentos a nosotros mismos, nos ocupamos de imitar a los demás o querer llegar más lejos que algún compañero de clase. Cuando estamos en esa actitud es muy posible que nuestro cuerpo quede resentido, nuestra mente agitada y nuestras emociones alteradas.
Generar la intención de trabajar con nosotros mismo es el primer paso y tomarnos un instante para darnos cuenta como estamos y cuáles son nuestras necesidades y posibilidades hace que le brindemos a nuestro Ser lo que realmente necesita, aplicando la técnica correcta.
Durante la práctica, es importante desarrollar la capacidad de “sentirse”. Buscar que sea un trabajo que trascienda la mente (lo intelectual) para poder SENTIR lo que está ocurriendo. Esa escucha interna, abrirá la posibilidad de encontrar la intensidad justa para sostener cada acción dentro de la práctica de Ayur Yoga Vital, lográndola con una actitud de respeto, amorosidad y cuidado personal. Tanto en las posturas (asanas) como el resto del trabajo.
Ayur Yoga Vital es mucho más que asanas. Las asanas son una herramienta más de esta milenaria disciplina y tienen muchísimas variantes y ajustes que el docente nos puede proponer para encontrar la más adecuada a nuestra necesidad, así como las técnicas de respiración más óptimas para ese momento. Pero eso es posible cuando desde nosotros mismos nace esa actitud.
Generar AHIMSA con nosotros mismos, comenzando con lo más denso, que es nuestro cuerpo físico ya nos predispone para que esa NO VIOLENCIA sea parte de nuestra vida, con uno mismo y con el entorno.
Cuando esto comienza a suceder, nuestra práctica de Ayur Yoga Vital se vuelve nuestro espacio para entrenarnos, y es en la vida diaria que AHIMSA comienza naturalmente a manifestarse.
Te invito a que nos cuentes como te sentís vos en tu práctica y tu vida cotidiana en relación a Ahimsa. ¡¡¡Esperamos tu aporte!!!