Ayur Yoga Vital » 3 agosto, 2017

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El Poder del Sankalpa

Un Sankalpa es una resolución o afirmación positiva que enunciamos con la finalidad de lograr algo. Puede ser que busquemos despertar potencialidades en nosotros mismos, como ser valientes, comunicarnos mejor con los demás, amar sin egoísmos, etc. Puede que necesitemos superar obstáculos que nos limitan en la vida como por ejemplo  vencer el miedo a volar en avión; o que queramos cambiar  hábitos inadecuados como dejar de fumar, combatir el sedentarismo, dejar de juzgar a los demás; o incluso modificar actitudes frente a la vida: ser más positivos, alegres, generosos, respetuosos, etc. Los temas sobre los cuales podemos trabajar con los sankalpas son muy variados y dependen de las necesidades de cada uno.

Para que produzca el efecto deseado, el sankalpa debe ser elaborado reuniendo ciertos requisitos: ser un enunciado corto, que mencione en forma positiva la temática a trabajar (no el problema), debe pronunciarse con un léxico que entiendas y uses habitualmente  de forma que las palabras empleadas no te generen resistencias de interpretación o te lleven a relacionarlo con otras cosas. La afirmación debe estar en tiempo presente (no pasado ni futuro), o denotar que estás ejecutando la acción “ando” para darle continuidad. Si la haces en primera persona mejor, donde te involucras, eres y te sientes eso. Es importante que al repetirlo te convenzas de lo que estás diciendo, es decir, cada una de tus células debe recibir este mensaje y vibrar de acuerdo a él, para que se transforme realmente en algo tuyo, y se realice en tu vida.

Pregúntale a tu profesor de Ayur Yoga Vital y juntos desarrollen uno! Veamos algunos ejemplos de sankalpas:

“Hoy es un buen día”  /  “Soy Feliz”  /  “La armonía se manifiesta en mi”  /  “Puedo hacerlo y lo hago”.

Los yoguis dicen que para que un nuevo hábito se fije debe repetirse al menos 21 días seguidos.

La forma de repetir el sankalpa varía: puedes repetirlo en voz alta, mirándote al espejo, escribirlo en un papel y pegarlo en distintos lugares de la casa como la mesa de luz, baño, escritorio… lugares que frecuentes y que al verlos te recuerden constantemente eso  nuevo que estás incorporando.

Puedes cantarlo, susurrarlo, invocarlo cada vez que tu mente te lleva a creer lo contrario.

A medida que esa nueva afirmación se transforma en parte de tu ser, reemplazas viejas creencias inadecuadas y limitantes, rompes estructuras y amplias tus horizontes de visión y acción. De tal forma que ya el antiguo patrón de pensamiento no surte efecto en ti, y si alguna vez se presentan situaciones que contraríen tu nueva elección, entonces desde el subconsciente aflora “Hoy es un buen día” y disuelve todo lo demás. El poder del sankalpa puede cambiar el curso de tu día… y de tu vida.

Te propongo un breve ejercicio:

  • Reflexiona sobre algo que quieres lograr, cambiar o superar en ti.
  • En orden de prioridad, elige lo que más necesitas trabajar Hoy.
  • Crea un sankalpa o afirmación positiva donde asegures que ya sos o has logrado eso.
  • Repítelo durante 21 días seguidos.
  • Observa los cambios en tu interior y en la relación con tu entorno.

 

Y si quieres comparte tu experiencia…

 

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AHIMSA: cultivándola en nuestra clase de Ayur Yoga Vital

En el post anterior planteábamos que un buen momento para ejercitar la práctica de AHIMSA (No violencia) es nuestra clase de Ayur Yoga Vital. Esto tiene como gran beneficio que esa hora que nos tomamos para realizar práctica nos invita a estar con plena atención en lo que nos sucede internamente, y hacer toma de conciencia de nuestras acciones, comenzando siempre con nosotros mismos.

Cuantas veces, sin darnos cuenta, durante la sesión, tendemos a sobrecargar nuestro cuerpo llevándolo más allá de sus posibilidades con tal de lograr hacer ciertas posturas, sea la práctica en casa o en una  clase de Ayur Yoga Vital, a pesar de que muchas veces el  Profesor nos sugiera bajar la intensidad. O en vez de estar atentos a nosotros mismos, nos ocupamos de imitar a los demás o querer llegar más lejos que algún compañero de clase. Cuando estamos en esa actitud es muy posible que nuestro cuerpo quede resentido, nuestra mente agitada y nuestras emociones alteradas.

Generar la intención de trabajar con nosotros mismo es el primer paso y tomarnos un instante para darnos cuenta como estamos y cuáles son nuestras necesidades y posibilidades hace que le brindemos a nuestro Ser lo que realmente necesita, aplicando la técnica correcta.

Durante la práctica, es importante desarrollar la capacidad de “sentirse”. Buscar que sea un trabajo que trascienda la mente (lo intelectual) para poder SENTIR lo que está ocurriendo.  Esa escucha interna, abrirá la posibilidad de encontrar la intensidad justa para sostener cada acción dentro de la práctica de Ayur Yoga Vital, lográndola con una actitud de respeto, amorosidad  y cuidado personal. Tanto en las posturas (asanas) como el resto del trabajo.

Ayur Yoga Vital es mucho más que asanas. Las asanas son una herramienta más de esta milenaria disciplina y tienen muchísimas variantes y ajustes que el docente nos puede proponer para encontrar la más adecuada a nuestra necesidad, así como las técnicas de respiración más óptimas para ese momento. Pero eso es posible cuando desde nosotros mismos nace esa actitud.

Generar AHIMSA con nosotros mismos, comenzando con lo más denso, que es nuestro cuerpo físico ya nos predispone para que esa  NO VIOLENCIA  sea parte de nuestra vida, con uno mismo y con el entorno.

Cuando esto comienza a suceder, nuestra práctica de Ayur Yoga Vital se vuelve nuestro espacio para entrenarnos, y es en la vida diaria que AHIMSA comienza naturalmente a manifestarse.

Te invito a que nos cuentes como te sentís vos en tu práctica y tu vida cotidiana en relación a Ahimsa.  ¡¡¡Esperamos tu aporte!!!

 

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Ahimsa: la práctica empieza por casa

Actualmente vemos en todos los medios masivos publicidades que están en desacuerdo con la violencia. Y esto está muy bien: se arman campañas, maratones, días nacionales e internacionales de la lucha contra la violencia… pero ¿cómo puedo hacer efectiva mi práctica de no-violencia?

Lo primero, como en cada acto, será tomar conciencia del ejercicio que uno mismo hace de la violencia. Pareciera que “la violencia” habita del otro lado de la frontera, es ajena. Lo cierto es que en mayor o menor medida, todos ejercemos algún grado de violencia hacia otros o hacia nosotros mismo.
Desde una actitud amorosa podemos a proponernos tomar conciencia de las formas en que ejercemos la violencia: sin juzgar, sin criticar, sin generar culpa, manteniendo una actitud observadora, intentaremos hacer consciente cómo se manifiesta la violencia en nuestras vidas cotidianas.

 

¿Pero cómo puedo darme cuenta de esto?

Tal vez notes que otros te llaman la atención porque tienes una manera poco amable de decir o pedir las cosas. Tal vez andes por ahí dando algunos coscorrones a seres queridos (empujones que parecen inofensivos para ti). Puede ser que las cosas que cuentes no sean del todo ciertas sobre otras personas, ni del todo bondadosas.

También podría pasar que permitas que otros te falten el respeto, desde diferentes niveles.
Como vemos, existen diferentes niveles donde la violencia se ejerce, por acción u omisión.
Una vez que he podido tomar consciencia de cuál es mi situación, puedo echar luz sobre ello: si antes pedía las cosas en un tono de voz demasiado impetuoso, entonces podría proponerme aunque sea una vez a la semana, o una hora al día, prestar plena atención a decir y pedir las cosas de la manera adecuada, manteniendo el respeto.

Si antes lanzaba cosas o daba empujones a la gente, puedo proponerme un tiempo a la semana o dentro del día para respetar el espacio del otro conscientemente. ¡En este universo hay lugar para todos!
No es necesario llegar a límites dramáticos para darnos cuenta de la violencia que ejercemos.

 

En otras palabras…

-Hay que ser sincero con uno mismo con respecto al grado de violencia que se ejerce.

-Tengo que ser realista con el tiempo que realmente puedo dedicar al trabajo de desterrar de mí la violencia: una hora al día, un momento en la semana (durante mi práctica de Ayur Yoga Vital, por ejemplo), etc.

-Cuanto más consciencia tomas, más sensible te vuelves con respecto a esto, y puedes anticiparte a reacciones e impulsos que antes nacían de tí.

-Es importante notar que no estamos hablando de negar ni de reprimir nada, todo lo contrario: se trata de tomar conciencia del grado de violencia con el que estamos conviviendo, y el tiempo real que puedo dedicarle para modificar mis hábitos.

-Un buen momento para ejercitar estos pasos son durante tus prácticas de Ayur Yoga Vital, o sobre alguna otra actividad (como cuando ordenamos la casa, salimos de paseo…). Puedes preguntar: ¿Qué actitud tomo frente a la clase? ¿Qué actitud tomo conmigo mismo? ¿Cómo reacciono cuando no logro alguna consigna?

Es fácil. Es simple. Es práctico. Y sobre todo, es la manera más real de librar a nuestras sociedades de la violencia comenzando por uno mismo.

 

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